De Kioto a Barcelona

Llevaba tiempo pensando en utilizar una de las telas que compré en Japón hace un par de años, pero nunca encontraba el proyecto adecuado. El pasado fin de semana, por fin, me dicidí: un bolso para llevar colgado de un brazo o cruzado, ideal para llevar de viaje, en el que quepa la cámara de fotos, el móvil, la cartera, un pequeño necesser y alguna cosa más. Pero cómodo. Sobre todo, muy cómodo. 

Tras varias pruebas -con y sin volumen, rectangular, más cuadrado, con cremallera vista, con cremallera invisible, con más entretela, etc.-, al final, este es el resultado!! 

Tote bag

A menudo compro telas pensando en que, aunque en ese instante no sepa para qué las voy a utilizar, seguro que las necesitaré en algún momento... Y eso es lo que ha pasado con esta tela estampada. La compré hace un par de años en una feria, en un puestecito francés que vendía telas parisinas preciosas. Me enamoré de sus colores, de sus formas... 

Es la típica tela que guardas durante mucho tiempo, porque te gusta tanto que no quieres desaprovecharla. Debes encontrarle un uso realmente merecido. ¡Y por fin lo he encontrado!: Se ha convertido en una "tote bag" para una amiga, ideal para ir a la playa, de tamaño considerable, para que el estampado luzca con todo su esplendor. Por dentro, una tela azul, con vista y bolsillos, hacen que esta bolsa sea resistente y, además, ¡reversible! :)

El "antes":

El "durante":

Y el "después":