Ayer estuve revisando mi "armario de las telas". Compro, compro y compro, pero no al ritmo en que las gasto... Y se acaban acumulando en cajones, ordenadas por colores, estampados y tamaños. De vez en cuando, las saco, me las miro e intento pensar en qué se van a convertir: un bolso, unos patucos, una camisa, un monedero... Ya tengo varias ideas para estas telas... ¡Ahora me falta un poco de tiempo para llevarlas a la práctica! ;)
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